Cuando se contrata un viaje combinado en el que se van a visitar varias ciudades y lugares, los folletos de la agencias de viajes indican la categoría de los hoteles en los que nos van a alojar. Lo normal es que en este tipo de viajes se elijan alojamientos de 4 ó 5 estrellas.
El problema puede surgir cuando estemos realizando el propio viaje y nos encontremos con que los alojamientos no se corresponden realmente con lo ofertado en los catálogos de la agencia de viajes, ocurriendo que la ubicación de los hoteles no sea la más idónea y que las habitaciones del mismo disten mucho de ser las correspondientes a un hotel de la categoría contratada. Y podría incluso ser mucho peor si las condiciones de salubridad e higiene dejan mucho que desear.
Acciones contra la agencia de viajes
En estos casos deberemos telefonear a la agencia de viajes para que tomen las medidas oportunas cuanto antes, sacando fotos del hotel o los hoteles para poder demandar a la agencia de viajes a la vuelta del viaje.
Si las pruebas son concluyentes es más que probable que el Tribunal de Justicia condene al proveedor del servicio a devolver el importe del viaje más una indemnización por el correspondiente daño moral.
La agencia de viajes todavía podrá recurrir la sentencia del Tribunal aduciendo que, a pesar de las quejas, hayamos continuado realizando el viaje, o que no hayamos leído las opiniones que aparecen en Internet de otros consumidores sobre la categoría de los hoteles, o que no se haya tenido en cuenta que la categoría de los hoteles en el país visitado se corresponde realmente con una categoría menos en los de España, etcétera.
Estos argumentos son totalmente rechazables, no obstante, llevados a la Audiencia puede dar alguna razón a la agencia de viajes o el proveedor del servicio, estimando que el cumplimiento del contrato de viaje fue solo parcial y condenar solo al pago de parte del viaje, siempre manteniendo la indemnización por daños morales una vez que se acrediten los mismos.
Reclamar cuando un viaje no se ajusta a lo ofertado
En los viajes combinados la información del programa y la oferta incluida en el folleto o en el contrato de viaje es vinculante para el organizador y la agencia de viajes. Si surgen problemas, el representante del organizador o detallista en cada destino o, en su defecto, los organismos locales deben prestar ayuda al usuario.
En estas situaciones hay que comunicar inmediatamente las incidencias a la agencia de viajes para que las resuelva convenientemente y, de ser posible, sobre la marcha. El consumidor debe guardar copia de las reclamaciones realizadas, hacer fotos que demuestren la razón de sus quejas, conseguir los datos de contacto de otros viajeros afectados, así como cualquier otro tipo de prueba que sirva para justificar su reclamación.
Conviene saber que la responsabilidad de las agencias de viajes es solidaria, es decir, se puede reclamar al organizador o al detallista de forma indistinta. También es muy importante conocer el hecho de que en estos casos siempre es posible reclamar una indemnización de 2.000 euros por daños morales. En casos como puede ser un viaje de novios, los Tribunales siempre los suelen reconocer.
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