La reserva de Larra (ver foto) se trata de una zona kárstica, no demasiado nombrada, que ofrece a visitantes y turistas la posibilidad de realizar un gran número de actividades vacacionales y de ocio, desde turismo de naturaleza hasta jornadas gastronómicas pasando por la práctica de deportes invernales. Por otro lado, la Selva de Irati es una reserva forestal única en España. Ambas reservas, situadas en lo más hondo de la Navarra pirenaica y diseñadas para disfrutar de unas inmejorables vacaciones, conformaban antiguamente un conjunto de bosques hechizados y una región donde los pastores convivían con numerosos mitos y leyendas.
La última población que nos podemos encontrar en esta verde región es la población de Ochagavia, más allá nos encontramos con un paisaje de abruptas montañas cubiertas de bosques y simas como la de Piedra de San Martin, una impresionante depresión natural de 1.200 metros de profundidad que tiene el honor de ser una de las más impresionantes y profundas de Europa. El descenso de la sima de Piedra de San Martin, que debe realizarse con guía, constituye una actividad recomendable para aquellos que no tienen miedo a las alturas.
Otro prodigio de la naturaleza que podemos encontrar en el macizo kárstico de Larra es la Sala de la Verna, una de las cámaras subterráneas mas grandes y conocidas del mundo (200 metros de largo, 160 de ancho y 60 de alto), que, en uno de sus extremos, cuenta con una cascada con una caída de 80 metros. El acceso a la cámara se realiza desde el pueblo francés de Sainte-Engrâce, situado en el valle del río Uhaitxa, y no se necesita ningún equipo especial.
Por otro lado, en la zona sur de la reserva de Larra, no encontramos con el valle de Belagua, un territorio frecuentado por esquiadores de fondo y montañeros que en primavera son remplazados por senderistas y ciclistas. Más hacia el sur, es posible disfrutar de una buena comida de montaña en poblaciones como Roncal, Isaba, Uztárroz o la misma Ochagavia (la especialidad de la zona es la caza mayor acompañada de los muy sabrosos hongos y setas de la región).
Junto al valle de Belagua, hacia el oeste, se encuentra la Selva de Irati (ver foto), un admirable hayedo en el que resulta muy sencillo penderse por su frondosidad y gran extensión. En invierno son muy recomendables los paseos con raqueta de nieve o esquís. Otra curiosidad de la zona es la existencia de hórreos. En el valle de Aezkoa, en las aldeas y casas desperdigadas por las laderas, podremos observar hórreos perfectamente conservados e incluso en uso.
Actividades turísticas en la reserva de Larra
Estas son algunas de las actividades turísticas más recomendables a realizar en la región de Larra:
- Actividades de montaña en los picos de Txamantxoia, Lakora, Bimbalet, Lakartxela y Larrondo.
- Practicar el parapente sobrevolando los acantilados de las Ate en los que anidan un buen número de colonias de buitres.
- Practicar el esquí alpino en la Altea de Belagua.
- Disfrutar de unas buenas raciones de pan, vino y queso del Roncal en los miradores de Yeguaceros o de la Foz de Mintxate.
Fiestas y eventos en la zona de Larra
El festejo del Tributo de la tres vacas, que viene celebrándose cada 13 de julio en la Mesa de los Tres Reyes en el pueblo francés de Baretous desde, ni más ni menos, el año 1315. En el mismo se realiza la entrega de tres vacas, de dos años, de igual dentaje y pelaje y sin tacha alguna, como pago a los roncaleses por la utilización de las aguas y los pastos del valle de Roncal. La ceremonia actual se ha convertido en un auténtico banquete de hermandad en el que autoridades y vecinos de ambos pueblos, Baretous y Roncal, comparten numerosas y ricas viandas.
El descenso del río Esca (ver foto), realizado el primero de mayo, momento en el que se botan unas almadías (balsas fabricadas con troncos atados con jarcias vegetales y que se dirigen con tan sólo dos remos) para evocar los peligrosos descensos que realizaban los almadieros del pueblos de Burgui cuando antiguamente tenían la necesidad de viajar hasta el río Ebro.
Después del descenso, ya no tan peligroso ya que las almadías sólo llegan hasta el puente medieval de Burgui, comienza la fiesta y la celebración, con música, baile, competiciones de deportes rurales, una feria de artesanía, y, como no, una copiosa comida popular.
El queso Roncal
Fue el primero en contar con denominación de origen en España, denominación conseguida en 1981, resultando casi imprescindible retornar de nuestro viaje con una buena provisión del mismo. El queso Roncal está caracterizado por su tonalidad entre amarillento pálido y marfil y, sobre todo, por su sabor fuerte y un punto picante, así como por su pasta porosa y, a la vez, dura.
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