Si tienes la suerte de viajar a Barcelona, ya sea por motivos de placer o de trabajo, no puedes dejar de darte una vuelta por la famosa Rambla barcelonesa, y nuestro consejo es que empieces por buscar en Google ramblas hotel barcelona, para asegurarte un estupendo alojamiento en un sitio privilegiado donde todo te quedará a mano. Pero aunque hoteles en esta zona, como es lógico, hay muchos, no resulta sencillo encontrar uno bueno y asequible, por eso desde vacaciones en oferta te recomendamos el Hotel Regente, todo un capricho para los sentidos, tanto por su belleza y la calidad de sus instalaciones y servicios, como por la comodidad que supone estar alojado en el centro neurálgico de esta bonita ciudad.
La Rambla es un paseo que comienza en la Plaza de Cataluña –plaza que se encuentra en el centro de Barcelona y en la que desembocan las avenidas más importantes de la ciudad-, y termina en el puerto antiguo. Para aquellos que seáis de Madrid, vendría a ser algo así como nuestra Gran Vía. Hay gente día y noche, bullicio de actores, gente comprando en los comercios, bares, restaurantes y cafeterías.
El paseo de la Rambla se divide en distintos tramos, y cada uno de ellos tiene un nombre distinto, Rambla de tal… Rambla de cual, es por este motivo por el que normalmente no escuchamos La Rambla sino Las Ramblas de Barcelona.
El Liceo y el mercado de la Boquería están en la Rambla, y la famosa estatua de Cristóbal Colón, al final de la misma, en el puerto. En fin, que Barcelona tiene mucho mucho para ver y visitar, por eso te recomendamos que elijas un buen sitio donde pasar la noche, te hagas con un buen plano en el mismo hotel o la oficina de turismo más cercana, y te pongas manos a la obra, porque si nos pusieramos a ello, podríamos eternizarnos enumerando sitios y/o lugares de interés.
¿Por qué os recomendamos el Hotel Regente?, pues veréis, porque el edificio es precioso, porque se encuentra fuera de la vía principal, esto es, a unos 150 metros de La Rambla, motivo por el cual no hay ruidos y se descansa muy bien, porque el personal es muy amable y simpático -faltaría más, pero ya sabéis que a veces nos podemos encontrar con alguna sorpresa y este no es el caso-, porque todo pilla a mano e incluso hay una estación de metro muy cercana, y, sobre todo, porque Barcelona es una ciudad cara y este hotel tiene una muy buena relación calidad precio.
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